lunes, 29 de octubre de 2007

Intento de la conquista del sur por los Españoles








La idea española de la gran empresa de conquista, se traducía en la fundación de ciudades en las nuevas tierras y la incorporación efectiva de los nativos como súbditos de la corona. Esto último se lograba con la sumisión total del indígena a las leyes españolas, incluída la fe.
Era, por lo tanto, indispensable lograr una gran expansión territorial para sentar soberanía en la región (antes que otros lo hicieran) y de paso incorporar a la mano de obra real a los habitantes de las regiones incorporadas.
No es de sorprender, entonces, la actitud de Valdivia. El deseaba ser reconocido como conquistador y gozar de los beneficios que esto le acarrearía, entonces desplegó un enorme y desproporcionado esfuerzo (comparado a lo limitado de su contingente) en conquistar hacia el sur. Con ese objetivo en mente, las ciudades y fuertes al sur de Santiago se multiplicaron más allá de lo aconsejable y de lo práctico.
El período de expansión se produjo con gran velocidad y fuerza entre los años 1549 y 1553, el objetivo era la total dominación y control del sur de Chile. La lista de ciudades y fuertes se fue multiplicando, los indígenas eran rápidamente sometidos y ellos mismos decidieron retirarse un tiempo, cansados, algunas veces extenuados y sufriendo enfermedades que nunca antes habían experimentado (lo que a la larga llevo a una mortandad sin precedentes).
En este período se fundaron las ciudades de Concepción, Imperial, Villarrica, Valdivia, Angol. Y los fuertes de Arauco, Tucapel y Purén. En 1553, los mapuches se rebelaron ante la intromisión española (huncas eran llamados por los mapuches). La ciudad atacada fue Concepción, la cual no pudo resistir la ferocidad del ataque mapuche.






Valdivia ante la gravedad de la situación en el sur, decidió emprender una marcha de "pacificación", con 50 hombres se dirigió al fuerte de Tucapel pero al llegar sólo encontró ruinas y una trampa tendida por el hábil cacique Lautaro (el cual aprendió pacientemente las tácticas y modo de vivir de los españoles sirviendo como indio de servicio). Lautaro estaba esperando a los españoles en Tucapel, preparó hábilmente el terreno sembrándolo de trampas y dejando sólo una vía de escape, la tomada por los españoles, allí la emboscada fue total, las tropas de Lautaro atacaban en oleadas que luego de feroz batalla, se retiraban y eran relevadas por nuevas tropas de refresco. Al final los extenuados españoles no pudieron resistir más y encontraron todos la muerte, incluído el propio Valdivia.






Muerto Valdivia, el territorio de Chile quedaba sin su conquistador y sin su gobernador, el problema de quién sucedería a Valdivia tomó a todos por sorpresa sobre todo ante la terrible emergencia que se vivía ya que el sur, casi por completo, se había perdido. (El sur referido a las tierras al sur del río Maule).
Francisco Villagra (uno de los candidatos a suceder a Valdivia) tomó a su mando a 200 españoles y bien armados (incluso algunos cañones) partió a recuperar las tierras perdidas y vengar el nombre de Valdivia.
En Marihueñu, Lautaro los estaba esperando.. y los españoles llegaron seguros de la victoria, sin percatarse que habían sido emboscados tal como lo había sido Valdivia. Incluso la novedosa arma, el cañón, no tuvo mayor efecto sobre las oleadas de ataque mapuche, pronto fueron inutilizados tapando las bocas de los cañones con barro y piedras.
Esta batalla tuvo un resultado un poco menos trágico para los conquistadores, no todos murieron, varios se salvaron (incluído el propio Villagra) y pudieron huir hacia el norte, dejando indefensas las ciudades aún sobrevivientes. Pronto caerían una a una Villarrica, Imperial, Angol...
La victoria mapuche era total, pronto recuperaron los terrenos usurpados y la zona entre el Maule y el toltén volvía a las manos originales. Era la oportunidad dorada para expulsar a todos los españoles del área, de esta forma Lautaro decidió atacar a Santiago, la expulsión debía ser total, sus tropas se reorganizaron y comenzaron a marchar hacia el norte.
El avance no era tan bien visto entre los mapuches, ellos no tenían intención de campañas de conquista que no les atraían. Querían celebrar las victorias, la expulsión de los huncas de la zona, ellos se sentían satisfechos, no pensaban en política ni estrategia, algo que si hacia Lautaro, por eso al ser traicionado y muerto en una emboscada al campamento mapuche, (a pocos dias de marcha de Santiago) las fuerzas mapuches quedaron totalmente desarticuladas y retorcedieron hasta el Maule. Santiago se volvía a salvar, los aterrados refugiados, podían salir, agradecer estar vivos y pensar en colonizar nuevamente.

lunes, 22 de octubre de 2007

creencias mapuches

Trentren Vilu y Caicai Vilu

Trentren-Vilu (Tenten-Vilu en Chiloé) y Caicai-Vilu o simplemente Trentren y Caicai, (del mapudungun Trengtrengfilu y Kaykayfilu), son seres mitológicos de la mitología mapuche y en las últimas décadas del siglo XX fueron reintroducidos en la mitología chilota. Estos seres son dioses que presentan forma de serpiente. Caicai-Vilu es la serpiente marina que domina el poder del mar y todo lo relacionado a él. Tenten-Vilu es la serpiente terrestre que domina la tierra, el fuego, y sus volcanes.
La apariencia de Caicai sería de un ser mitad culebra y mitad pez; y la apariencia de Tenten, el de una culebra gigante.



Leyenda


Según los mapuches, estas dos serpientes serían originalmente los hijos de los pillanes más poderosos, que como castigo habrían sido convertidos en estos seres. Así que el hijo de Peripillán fue convertido en una inmensa culebra que sería Caicai y el hijo de antu convertido en una inmensa culebra que sería Trentren. Ambas culebras serían adversarias, así como fueron adversarios Antu y Peripillán. Caicai habría sido mandada a vivir en el mar para cuidarlo, y Trentren habría sido mandada a vivir en la tierra para ayudar al ser humano; Siendo así como estas dos culebras son usadas como un instrumento a través del cual también se cumple la voluntad de los espíritus antiguos.
Se dice que cuando Caicai despertó de su sueño, a causa del desagradecimento que tuvieron los hombres por todo lo dado por el
mar; Caicai se enfureció y usó su cola en forma de pescado para golpear el agua. Con ello inició un gran cataclismo que empezó a inundar y crear un diluvio todo el territorio; ya que tenía el deseo de castigar al ser humano y de incorporar toda la vida terrestre a sus dominios. Caicai ordenó a las aguas que inundaran los valles y cerros, y que llevasen a todos los habitantes al fondo del mar.
Al ver Trentren, que los habitantes y animales estaban desesperados y que los hombres la invocaron, y como por órdenes de su padre, ella era quien debía proveerles de sabiduría y protección; decidió ayudar a los seres humanos. Así ayudó a escapar a los habitantes y a los animales subiéndolos en su lomo y llevándolos a los
cerros; y a los que quedaban atrapados por las aguas, los transformó en aves para que escaparan volando; a los que se ahogaban en peces y mamíferos marinos (siendo uno de ellos el origen del Cahuelche), y a los ahogados en Sumpall. Los seres humanos que quedaron inmóviles por el terror que sentían, se habrían transformado en mankial. Pero como el mar seguía subiendo de nivel, Trentren tuvo que ordenarles a los cerros que aumentaran de altura para contrarrestrar el poder de Caicai. Enojada, Caicai empezó a luchar contra Trentren en una batalla que duró mucho tiempo, hasta que ambas serpientes se cansaron, con lo cual Trentren venció parcialmente al no haberse inundado toda la tierra, sin embargo, las aguas no volvieron totalmente a su nivel antiguo; con lo que Chile obtuvo su actual geografía.
Según la tradición chilota, Tenten se conformó con la porción de tierra obtenida y delegó sus funciones referente al mar, al gran
Millalobo.
Según la tradición mapuche, luego del cataclismo, todos siguieron su vida tranquila; hasta que un día fue Trentren quien se encolerizó por la actitud que tenían los hombres, e hizo que todos los
volcanes entraran en erupción y la población tuvo que mudarse a otros lugares más seguros. Trentren continúa manifestándose mediante los temblores, terremotos y erupciones volcánicas, mientras que Caicai causa los maremotos cuando se revuelve en medio de su sueño.

lunes, 1 de octubre de 2007

Sociedad


Los mapuches tienen derechos políticos en su calidad de chilenos, pero no en su calidad de mapuches. Este es el meollo de la cuestión indígena hoy día en Chile. Es por esa razón que parece más necesario que nunca que se establezca un profundo diálogo entre el Estado, la sociedad chilena y la sociedad mapuche. No existe otro camino para resolver este asunto: dialogar, discutir, y sobre todo escuchar las opiniones de los otros. Voces que no siempre escuchamos los chilenos, acostumbrados más bien a escucharnos a nosotros mismos y a opinar acerca de los otros de acuerdo a nuestros propios intereses.

Habitad mapuche


Chile se caracteriza por poseer una gran diversidad geográfica y climática a lo largo del territorio. Es necesario conocer esta característica al momento de estudiar los distintos grupos aborígenes que habitaron en el país. Esta diversidad, favoreció el desarrollo de grupos humanos cuya supervivencia se aseguró en el grado de adaptabilidad alcanzada en el paisaje y el clima. Sin embargo, los de mayor desarrollo cultural fueron aquellos que recibieron directa influencia incaica (norte de Chile) y los que se establecieron en sociedades sustentadas en la agricultura y la ganadería, actividad fomentada por los fértiles valles centrales. A esta realidad responde la cultura mapuche.
Se sabe que antes de la ocupación europea, la población mapuche se extendía entre la actual ciudad de Copiapó y el archipiélago de ChiIoé; sin embargo, a la llegada de los españoles, la población se concentra principalmente entre los ríos Bío-Bío y Toltén, existiendo al sur del último y hasta Chiloé, una zona con clara influencia cultural mapuche.